Pie

También se conoce como pie zambo o clubfoot. 

Es una deformidad congénita del pie el cual este está rotado hacia adentro y apuntando hacia abajo. Esta mala alineación involucra estructuras tanto blandas como óseas limitando la movilidad haciendo que el caminar sea difícil y doloroso. 

Afecta a 1-2 de cada recién nacido por cada 1000. Puede ser unilateral (30-40%) o bilateral (60%-70%) y es más común en niños que en niñas. En el 80% de los casos es idiopático, pero en un 20% de los casos puede venir asociado a otras lesiones, por lo que una valoración completa del recién nacido es importante. La causa de porqué se produce aún es desconocida, pero la teoría más aceptada es debido a un componente genético y también del entorno. 

 

Un pie equinovaro se caracteriza por:

  • Cavo: Arco del pie más marcado. 
  • Aducido: Pie rotado hacia adentro.
  • Varo: Talón más hacia adentro que la tibia.
  • Equino: Punta del pie hacia adelante. 

 

¡Ojo! Algunos bebés tienen el pie en esa posición y no tienen esta patología, sino que es una alteración posicional. El pie del bebé es muy móvil y flexible y dentro de la barriga suele adoptar esta posición, que se puede mantener una vez han nacido. Además, algunos bebés más grandes, cuando empiezan a caminar, pueden adoptar esta posición. La diferencia es que de manera pasiva, estos niños si tienen movilidad, llegando a corregir esta posición, mientras los que sufren la patología no. Se realizan ejercicios para mejorar la flexibilidad, fuerza y rango de movimiento y en algunos casos muy determinados, se pueden necesitar férulas. 

 

Antes de que el bebé nazca ya podemos saber si va a presentar pie equinovaro mediante las ecografías, y luego se confirma si no se puede corregir de manera pasiva la posición. El pronóstico es  bueno si el tratamiento se empieza antes de que el bebé apoye el pie. El tratamiento más usado es el método ponseti. Se inicia con una fase correctiva que consiste en aplicar durante 4-8 unas férulas. Luego, se realiza una pequeña operación en el tendón de aquiles para corregir la posición del pie y se finaliza con una fase de mantenimiento, que dura hasta que el niño tiene 4-5 años. Esta fase consiste en aplicar una férula 23h al dia durante las primeras 12 semanas y luego una férula nocturna. Todo este proceso, va acompañado de fisioterapia para mejorar la funcionalidad, fortalecer la musculatura y manejar el posible dolor que pueda aparecer.

 

Pie equinovaro